A partir de maderas recolectadas e intervenidas con fuego, Ainelén crea una especie de paisaje donde toda la materialidad se pone en tensión, donde los elementos, sometidos a su límite, evidencian en sus grietas la fuerza de la naturaleza y la resistencia que puede llegar a tener el material.

Estableciendo un juego gravitacional entre las piezas, La energía de las cosas suspende el tiempo y disipa el espacio que se multiplica entre sombras y formas. El intento de detener este instante, a la vez tan frágil y tan inmutable, nos invita a entender los misterios que hay en el paisaje.

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Taina Azeredo

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Texto de sala sobre La energía de las cosas, Bienal de Arte Joven.

Centro Cultural Recoleta. 2022.